domingo, 21 de diciembre de 2008

Equipaje.

3 pantalones de mezclilla.
5 camisas.
6 boxers.
6 pares de calcetines.
varios libros.
1 rasuradora eléctrica.
1 pad practicador.
4 sandwiches (jamón, queso, pimiento morrón, pepinillo, cebolla, mayonesa & mostaza).
1 generoso termo con café

Buen viaje...

sábado, 20 de diciembre de 2008

Lo nuevo --> Lo viejo

Escribir en internet se parece cada vez más a escribir con lápiz: el borrador quita el grafito, pero deja el relieve.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Habilidades sociales.

Nunca trates de describirte por como no eres. No es para tanto.

Bonjour.

lunes, 8 de diciembre de 2008

Tj 2.0

En un mundo donde todo es posible e infinitamente probable, el que nada debe tiene mucho qué temer.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Tijuana estúpida.

Estúpida porque no hay intuición que valga en la calle. ¿Quedarse en casa o salir a morir? Esa es la cuestión.

Qué tiempos aquellos tan bonitos cuando a uno lo asaltaban con navajas, y si no había dinero en los bolsillos no había pedo, ya sería para la próxima. Ahora ya no buscan la morralla, ni usan navajas, ni hay próxima. Vivir aquí es una actividad de riesgo.

Tengo la certeza de que esto acabará algún día: o se acaban las balas o se acaba la gente.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Guarura.

Cobro por impedir que recibas las balas limpias,
por que caigas encima mío y no al contrario,
por ser una estadística alrededor de tu nombre,
por ser una extensión desechable de tus sentidos...

¿Que cuánto? Lo que sea... de todos modos nunca es suficiente.

Ni la vida se salva de ser también una camiseta.

sábado, 25 de octubre de 2008

Peculiar.

Hoy me vi en otra persona.
Hoy defendí lo indefendible.
Hoy bebí el café más diluído, insípido y frío de mi vida.

sábado, 11 de octubre de 2008

El buen entendedor... se hace pendejo.

Un indigente sentado en la banqueta extiende la mano a un transeúnte y le dice: "Una ayuda, por favor". Éste, con amabilidad, le dice que sí y tomándolo de la mano le ayuda a levantarse. Finalmente el transeúnte sigue su camino y el indigente, frustrado, grita: "Gracias... ¡imbécil!".

jueves, 4 de septiembre de 2008

Humor potencialmente negro.

Una momento divertido para morir sería leyendo este post.

lunes, 1 de septiembre de 2008

i

¡Ya entendí los números imaginarios!

viernes, 4 de julio de 2008

Tontín.

Tonto es quien ignora la causa de su desdicha. Pero más tonto aun es quien, consciente de su ignorancia, sigue siengo desdichado.

jueves, 19 de junio de 2008

Pertenecer.

¿Es posible la verdadera emancipación de una persona respecto a todo 'ismo sin caer en la irresponsabilidad o pereza intelectual?

Ella, la Luna.

El 92.28 % de mi vida permanecí cuasi indiferente (por ignorancia o por estupidez, no sé) a una belleza oculta (para quien no sabe verla, pues se percibe luego muy explícita) en la luna. Ella tiene algo así como tacto y parece que se hace más intenso cuanto más cerca está de no ser vista. En su superficie hay puntos que contrastan y atenúan la reflexión, forman figuras de luz, matizan y texturizan su brillo. Sobre todo uno que me gusta especialmente, y siempre puedo tener el gusto de ver, pues ella nunca oculta su cara.
Ella hace valer cada instante de contemplación y todo lo demás. Seduce. Ya ninguna luna llena me pasará de noche.

domingo, 8 de junio de 2008

Matemáticas mexicanas.

Si a un estudiante se le solicita un trabajo donde desarrolle un tema en 4 cuartillas y se le da un plazo de 3 semanas para obtener 40 puntos en su calificación, no le alcanza el tiempo para terminarlo, obviamente.
Si a un estudiante se le solicita un trabajo donde desarrolle un tema en 4 cuartillas y se le da un plazo de 24 horas para obtener 25 puntos en su calificación, sí lo termina, faltaba más...

Éste es el espíritu del mexicano retador, arriesgado, subestimado, chingón... dicharachero:
"a mí, 4 cuartillas, 40 puntos, ¡3 semanas!, ¡ntxaaaaahhh!.. a mí que me digan pa' mañana..."

¡Bonita chingadera! Por eso estoy como estoy [repitan conmigo].

jueves, 29 de mayo de 2008

Música de fondo.

  • Para hacer diseño gráfico o trabajar de cualquier forma con imágenes, oir reggae es lo mejor.
  • Para alguna tarea que requiera desarrollar ideas muy abstractas, es preferible la música clásica a muy bajo volumen, mejor si se desconoce lo que se oye. Si no hay música clásica, silencio.
  • Para poner orden en el cuarto o a la hora de comer: salsa, folklore latinoamericano, música cubana o latin jazz está bien.
  • En la mañana, al despertar, blues eléctrico o rock progresivo con un volumen generoso.
  • En el transporte público es indispensable contar con un dispositivo móvil de audio. Aquí se seleccionará el genero de preferencia personal.
  • Para dormir, es bueno oir canciones cuya música sea digerible y con letra agradable y sencilla, ponerla a bajo volumen, mejor si es conocida para poder cantarla en la mente y así ir perdiendo la conciencia.
  • Para leer durante largo tiempo, escuchar la propia voz en la mente. Nada de música, salvo si es instrumental y suave, a muy bajo volumen.
Oigan música, no vean la tele. Es una orden.

martes, 27 de mayo de 2008

Solicito amígdala.

Los músculos que normalmente marcan expresiones en mi rostro no funcionan, como si estuvieran apagados o desconectados. Probablemente no reciben estímulos del cerebro. Tengo emociones, siento extraños derroches internos pero carezco de ciertos conocimientos, una base para la identificación de los mismos. Mi cara mostrará seriedad hasta nuevo aviso. No quiero llegar a viejo sin arrugas.

lunes, 19 de mayo de 2008

Te lo dije.

¿Acaso existe alguna frase más inútil, irritante, absurda e innecesaria en todo sentido como "Te lo dije" en cualquiera de sus variantes?

A: "Supongo que Z."
B: "Pues sí, puede ser..."
[ocurre Z]
A: "¿Ya ves?, te dije que Z."
B: "¡¡****!!"

Hay muchos peros contra A, pero qué hueva. Podría sacarlo de su error lógico y convertirme en héroe, pero es muy difícil ser héroe de tiempo completo. Normalmente desisto del asunto...

jueves, 1 de mayo de 2008

Espinita.

"Eres como una espinita que se me ha clavado en el corazón".

¿Cómo es posible que algo tan mortífero como una espina clavada en el corazón pueda traducirse metafóricamente como una frase dulce y tierna que le puedes cantar a tu novia... y que además le guste?

¡Oh!, pero aún no acaba:
"Suave que me estás matando, que estás acabando con mi juventud".
( WTF!? )

Y esto es bonito... vaya que lo es.
Somos seres raros. Finalmente sí me gusta la canción.


Animal racional... simón...

Slow Tempo.

Blues: Es por excelencia el género musical que al escapar de las cuerdas, tambores, metales o cajas de resonancia, corre sin escalas hacia el hipotálamo y prepara la columna vertebral para la carrera frenética que, desde el sacro hasta el cráneo, habrá de efectuar una horda confusa de péptidos, adrenalina y el ingrediente irracional que le da sentido.

Canciones como las del maestro Rafael Mendoza son culpables de posts como éste...
Óiganlas. No se arrepentirán...

miércoles, 26 de marzo de 2008

Consumidor consumido por el consumismo.

La red neuroquímica que cobija a mi conciencia se resiste a caer. De hecho, ni siquiera implica mucho esfuerzo tal resistencia, pues ocurre de una manera muy natural. Sin embargo hay momentos —momentos que duran como mínimo 5 minutos, máximo... mucho...—, como en el caso del viaje en taxi, en los que verdaderamente detesto mi condición auditiva, debida al fino dispositivo de captación musical que rige a mi sentido del oido.
No sé si se deba a un programa gubernamental de apendejamiento social, un consenso entre los taxistas, vil democracia o una desafortunada coincidencia de criterios independientes por parte de los choferes/operadores de la cajita musical automotriz-colectiva... pero aquí, en el taxi, donde no hay escapatoria, siempre termino pidiendo a gritos un iPod o cualquier cosa que me permita llevar siempre conmigo mi música... la música. ¡Qué tragedia!
Pero, cualquiera que sea el caso, no puede ser síntoma de otra cosa sino un auténtico torbellino de aguas non-gratas en el cuál estamos inmersos. Y no conforme con esto, el pequeño torbello nos arrastra hacia el resumidero, ¿o debería decir el infierno?
El infierno sería ese lugar donde uno de verdad siente que disfruta su estancia, disfruta de la mierda que embarra sus ropas, disfruta de los orines gaseosos que son bienvenidos en sus visceras, disfruta de las flatulencias que a cada momento y sin darse cuenta disparan contra sus tímpanos. Toda esta porquería le genera placer y por ello paga, gustoso. Si el infierno es lo peor, entonces esto es el infierno. Yo lo conozco de cerca. Me niego a caer. Es real y asqueroso.
A pesar de todo, aún me faltan motivos para odiar verdaderamente a la sociedad.
Qué curioso.

viernes, 7 de marzo de 2008

El maldito taxi.

De hecho, no tiene nada de maldito el taxi, sino el taxista... y no siempre, pero sí muy frecuentemente. Es más, ni siquiera llega a ser malvado, sólo aprovecha la circunstancia que mantiene en un estado de flexibilidad a la relación peso-dolar.
Lo que me parece realmente inaceptable, sin culpar al taxista, es mi descuido en cuanto a la precisión del pago al momento de bajar del transporte. Al no haber guardado la cantidad necesaria en pesos para la mencionada transa(cción), me veo obligado a utilizar el típico billete de un dólar que, por azares de la vida, siempre aparece en lugar de su equivalente en moneda nacional.
La habilidad del taxista (probablemente heredada de los árabes, o evolucionada de ancestrales técnicas chilangas) convierte el tipo de cambio en el momento preciso a nada más que 10 pesos por dolar. Y digo "en el momento preciso" porque no da tiempo para iniciar la debida reclamación de mi respectivo cambio; aunque podría iniciarla, claro, pero esto supondría una innecesaria, desgastante, vergonzosa y absolutamente evitable discusión.
Mientras tanto sólo resta ponerme buzo, revisar mis monedas, pagar con ellas... no dólares. Sé que puede sonar tonto el preocuparme tanto por esos centavos, pero pensando en que tal vez pudieran estar llenando una alcancía en mi cuarto (difícil, pero probablemente) en lugar de la comida que seguramente el taxista comprará para su prolífica familia en lugar de condones por que es pecado... definitivo: mejor mi alcancía.

martes, 4 de marzo de 2008

Oveja negra.

Nunca me había ocurrido. No había en mi memoria registro de percepción misofelíxtica, hasta el sábado pasado. Pero lo verdaderamente extraño es el goce que aquello me produjo, como encender una luz en el obscuro laberinto de mis dudas. Pude sentir accidentalmente ese odio, aunque ni tan accidental pues bien sé que eso buscaba y esperaba... y también sé que ni era odio de verdad contra mí, sino contra mis pensamientos directamente. Me sentí como la presencia incómoda y me gustó.
Ya fuera de dramatismo, ni siquiera me odian, pero sí sintieron lástima por mí, porque me iré al infierno. Y es que se ha tornado chistoso eso de ser naturalmente ateo dentro de una familia de (casi) inquebrantable tradición católica practicante, sobre todo cuando entro en contacto con la parte tan practicante que llega al grado de activista supermoralista... y más aún cuando me gusta usar parte de mi tiempo de ocio para la agradable y tranqulizadora actividad de blasfemar.... pero más mejormente cuando ese tiempo ocioso se adhiere a mi convivencia con religiosismos. En concreto, me divierte cagarme en el cristianismo en general; aunque eso sí, con mucho respeto (Respeto: No usar más que el léxico apropiado en el contexto).
Imagino que también ellos pecaron al cagarse en mis ideas, muy en sus adentros, sin expresarlo, y pensando en Dios. En fin, no me interesa... sólo es chisme.
Pero los quiero, ni modo. La familia no está ahí para gustarme, y sin embargo los quiero.

¡Me cago en la virginidad de La Virgen!.. ¿ven qué gracioso es?